Ya se dijo que fue un miércoles santo diferente...noche de contrastes y sentimientos encontrados...y al llegar al templo, frente a frente descubrimos una delicada rosa revestida de ruán y esparto, una flor coronada por sus hermanos y escondida tras un mar de cirios aun anhelantes del calor del fuego de la caña del insigne y amigo Pepe Rincón....que noche....como para olvidarla...
miércoles, 30 de mayo de 2007
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